lunes, 7 de junio de 2010

EL PORFIRIATO ( BRENDA FERRUSQUILLA ZALDIVAR) 3C
Las renovaciones en el país de México empezando después de la revolución el gobierno de Porfirio Díaz hubo desigualdad entre los obreros los asían trabajar 8 horas al día por un sueldo de 5 pesos Porfirio Díaz quería renovar y tener apoyo de los obreros y renovó el ferrocarril en ese tiempo hubo consecuencias que hicieron que los obreros se pusieran en huelga Porfirio Díaz tenia sus acciones militares el combatió en guerras de importancia nacional tuvo como poder durante 30 años, francisco I madero fue un político el manifestó como el plan de san Luis y llamaba a tomar armas contra Porfirio Díaz por que francisco I madero estaba de acuerdo con su gobierno de Díaz……
En el porfiriano se vieron muchas injusticias como una de ellas el maltrato de los campesinos los asían trabajar por un sueldo de 8 pesos
También los campesinos se pusieron en huelgas por las promesas que asía Porfirio Díaz además de eso tenia deudas y que los campesinos no estuvieran de acuerdo con sus ideas
Pero no todo era malo en su gobierno de Porfirio Díaz tenia ideas malas pero también buenas gracias a el los antepasados transporte energía y teléfono por ello los mexicanos experimentaban cambios frecuentes en su gobierno de Porfirio Díaz…


En la Historia de México, se denomina Porfirismo o Porfirito, según el autor,[1] [2] al periodo de 30 años durante el cual gobernó el país el general Porfirio Díaz en forma intermitente desde 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada), con la interrupción del presidente Manuel González, quien gobernó de 1880 a 1884, hasta mayo de 1911, en que renunció a la presidencia por la fuerza de la Revolución mexicana encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los hermanos Flores Magón. Fue un periodo de estabilidad y progreso económico en el país, pero también con severas desigualdades sociales que concluyó con un movimiento social que trastocó las estructuras sociales, políticas y económicas de México.
Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada intentaría reelegirse, Porfirio Díaz volvió a levantarse en armas. Formado en las Luchas por la Reforma y contra la intervención extranjera, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec, el cual lo llevó a la Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende de 1876 a 1911 con un breve intermedio durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años del Porfirito se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional
A partir de 1893 se sanearon las finanzas, se mejoró el crédito nacional y se alcanzó gran confianza en el exterior, y se organizó el sistema bancario, que se invalidó durante la década de 1940, en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río. Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo obtenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de1911
Durante el gobierno del general Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que alrededor de cuatrocientos años —Mesoamérica, el Virreinato de Nueva España y las primeras décadas del México Independiente— los gobernantes llevaron la administración pública con un claro sentido militar, y sus acciones estuvieron enfocadas a fortalecer al ejército en turno. Sin embargo, a raíz del comienzo de la segunda presidencia de Díaz, en 1884, se dio un vuelco que permitió a la política mexicana centrarse desde un ángulo más civil. En esta fotografía aparece el presidente Díaz en 1902, ataviado con ropa civil organizar las instancias administrativas dispersas que atendían los servicios de comunicación nacional, quedaron incorporados a este nuevo Ministerio 12 sectores: Correos Internos, Vías Marítimas de Comunicación o Vapores, Faros, Unión Postal Universal, Telégrafos y Teléfonos, Ferrocarriles, Monumentos, Carreteras, Calzadas y Puentes, Lagos y Canales, Consejería y Obras con el Palacio Nacional Presidente Díaz encaminó sus esfuerzos a obtener el reconocimiento internacional. De las naciones europeas que había firmado la convención de Londres – por la cual se originó la guerra de intervención- y con la que México había roto relaciones diplomáticas-, Gran Bretaña fue la última en reconocer al gobierno de Díaz (1884). España lo otorgó el mismo año en que el general oaxaqueño asumió la presidencia, 1877, y Francia lo hizo en 1880 Para el logro de sus objetivos en política exterior, el Presidente Porfirio Díaz contó con la colaboración de expertos que se habían forjado en las últimas décadas. Las dos figuras más importantes, fueron sin duda, Matías Romero e Ignacio Mariscal. El primero, quien se desempeñó como Ministro de México en Washington de 1882 a 1898, logró generar una política bilateral con los Estados Unidos aprovechando las oportunidades comerciales que se abrían. Mariscal, quien se desempeñó por casi treinta años como Secretario de Relaciones de 1880 a 1910, Su experiencia como minsitro en Washington y Londres le permitió gestar una política exterior que mirara lo mismo allende al Bravo que allende al Atlántico

Un hecho que ha sido tomado como antecedente de la revolución mexicana es el conflicto laboral vivido en Cananea durante los días 1 y 2 de junio de 1906. Las razones por la que estalla la huelga han sido atribuidas a una combinación de malestares sociales, tales como una menor retribución en sus trabajos a los operadores mexicanos con respecto a los norteamericanos que cumplían la misma función. El trato que se daba a los mexicanos era considerado como despótico, además de las malas condiciones de trabajo. Aunado a lo anterior, en un momento determinado la compañía cambió las condiciones de empleo y salario que eran por jornada, a contratos indirectos con los capataces de las minas. Éstos a discreción manejarían el monto de pago; ocasionando con ello una manifestación pública de inconformidades en la mina Oversight.

Hay elementos que se conjugaron para que las inquietudes tomaran el sesgo de una abierta manifestación pública. Primeramente la circulación del periódico magonista Regeneración, el cual circulaba en la mayor parte de los campos mineros y comunidades cercanas a la frontera. También están los intentos de organización política de Manuel M. Diéguez, Baca Calderón y otros personajes de la llamada Unión Liberal Humanidad del 6 de enero de 1906 que, sin una adscripción precisa al matonismo, dadas las diferencias entre los organizadores, retomaban el espíritu opositor del mismo. Casi un mes antes a la fecha del estallido, los actos de celebración del 5 de mayo, sirvieron como un termómetro social de la respuesta que podían esperar tanto de la población trabajadora, de autoridades municipales, así como también de los ejecutivos de la compañía minera. En esa ocasión, Manuel M. Diéguez dirigió al pueblo una brillante pieza de oratoria, haciendo ver la necesidad de recuperar la memoria histórica de los mexicanos, al referirse al peligro en que estuvieron de perder su soberanía ante el ejército francés, como ahora lo estaba ante los intereses de empresas extranjeras.

Muy pronto llegó la oportunidad de medir los alcances de su organización, cuando los trabajadores reprobaron los cambios de contratación y salario. Esteban Baca Calderón se encontró con la imprevista reacción de los mineros, ante la disyuntiva de hacerles ver la necesidad de una organización mínima que asegurara la resistencia durante el paro, consciente de que con ello podía perder su calidad de líder. Lo que parecía una manifestación aislada rápidamente se generalizó a otras minas y departamentos, obligando la intervención del Presidente Municipal Filiberto B. Barroso y del propietario de la mina, William C. Greene, quienes trataron de convencer del regreso a labores. Lo que vino después rebasó el sentido estrictamente laboral: explotó el resentimiento social y el odio en contra de los norteamericanos, originado por diferencias salariales y de trato racial. Los hechos derivados de los días 1 y 2 de junio, tales como el asalto e incendio de la maderería y la muerte de los hermanos Metcalf, la entrada de hombres armados desde territorio norteamericano, -supuestamente Rangers -, y la muerte de varios obreros, así como el encarcelamiento de sus dirigentes, Baca Calderón, Manuel M. Diéguez, Juan José Ríos y su envío a San Juan de Ulua, son hechos que marcaron poderosamente la importancia política de este estrato social cuya fuerza política deberá ser tomada en cuenta entre los empresarios y el nuevo Estado como lo demuestra la formación posterior de las llamadas cámaras obreras.

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